En marco de el Festival de animación y diversidad sexual, Diversanima, Tomás Welss habló con Savio Leite, director del festival de animación Mumia, de Belo Horizonte, Brasil.
Por Tomas Welles - 24/08/15
http://eldesconcierto.cl/director-del-festival-de-animacion-mumia-la-intencion-de-construir-este-mundo-un-poco-mejor-a-traves-del-arte-incomoda/
Entrevista a Savio Leite. Director del
Festival de animación Mumia, Belo Borizonte. Brasil.
1-Tú crees que a la gente, transversalmente
hablando, le interesa la animación de autor, o es una expresión estrictamente
elitista, sin, por otro lado, tener
ninguna necesidad de ser así. El arte animado se absorbe con el corazón, la
mente y los sentidos, siendo una experiencia creativa, amplia y "
democrática " que no discrimina. Como el arte debería ser.....
Creo que el arte de la animación es básicamente
intuición. Los dibujos, colores y movimientos representan la magia y libertad
más íntima del ser humano. Desde la experimentación con imágenes, música y
sonidos, hasta las obras más narrativas y elaboradas, este formato audiovisual
convoca e invita a no restringir el espacio lúdico de la vida.
El arte, básicamente, pretende convocar
audiencia y ser inclusivo, por lo tanto es en esencia democrático. Sin embargo
suele provocar y algunas veces, intimidar..
Dos cineastas expandieron los límites visuales
del arte animado y sus fronteras: Norman McLaren y Stan Brakhage. Cada uno a su
manera, logró un cine libre de amarras narrativas. Norman McLaren, un escocés
que desarrolló toda su obra en Canadá, fue un cineasta que recorrió y
experimentó vastamente el formato animado, tanto desde un punto de vista
conceptual como formal. Sin embargo, tenía una predilección por la técnica de
animación aplicada directamente sobre la
película, dibujando historias, que se aproximan al cine experimental y vídeo
arte.
Stan Brakhage, un cineasta estadounidense realizó
también gran parte de su filmografía a través de esa técnica de intervención directa
sobre el celuloide, aproximándose así a la animación. Ambos cineastas ampliaron
el concepto cuadro a cuadro, desde la década de los años 50 y 60 en adelante, proponiendo
un cine no narrativo. Es totalmente factible, poder disfrutar, experimentar o
absorber integralmente estas obras, sin tener conocimiento docto o
especializado, previo. La animación
tiene el poder de alcanzar zonas oscuras de la mente. Una característica simbólica
e innata del ser humano. Creo que los dibujos, colores, movimientos y sonidos, estimulan
un registro en la mente, que permite a las personas huir de los problemas
cotidianos. Algo así como un refugio. El arte es la manifestación del
inconsciente. Un nexo para conectar el inconsciente, aunque estemos conscientes.
Una manifestación del espíritu. Un lenguaje accesible a todos.
2-Tu festival no tiene etapas de
preselección, lo cual convierte tu evento en un acontecimiento inclusivo. Para
animadores novatos, jóvenes y proyectos realizados sin apoyo ninguno, frente a
otros que cuentan con financiamiento. Este hecho ha sido un aporte para la
convocatoria, el público que asiste y también para animadores que presentan
trabajos, sin el temor de ser rechazados. Existe algún tipo de prejuicios,
nuevamente, respecto a este libre llamado, a que todas y todos presenten sus
trabajos, incluso los erráticos y confusos. ( Viva la confusión....)
El hecho mismo de no tener proceso de
preselección en MUMIA, en un inicio, respondió a algo así como un juego. Y si recibimos 5000 animaciones, que
haríamos? Es necesario desmitificar algunos puntos. La animación es un arte que
necesita de una gran dosis de paciencia y persistencia. Las obras que logran realizarse,
son pequeñas y asimismo se requiere de muchos meses, incluso años para su
desarrollo. El ritmo es otro. La gran mayoría de las obras que se producen, no
sobrepasa los 3 minutos. De manera progresiva, se estrenan animaciones con una
duración menor a los 15 minutos. De esta forma, es posible exhibir una mayor
cantidad de cortos en una sesión de proyección de 60 minutos. Las obras que
podrían considerarse más “débiles” pasan desapercibidas para los espectadores.
Creo que es una buena fórmula y democrática a
la vez. Una especie de convivencia entre diferentes etapas evolutivas y
creativas. Distintos medios de alcanzar el arte y llegar a las personas, por
supuesto. Algunas animaciones se destacan tanto para un público transversal, como
para los ojos de un público más instruido, en festivales de cine. Otro dato
interesante es que la mayoría de los artistas han comenzado jóvenes, pero es difícil
ser democrático en su totalidad o sería en ese caso, un extraño ejercicio de la
democracia.
Ser participativos e integradores, es nuestra
ética y objetivo. Hay realizadores que eligen nuestro festival para lanzar sus
animaciones o como primera plataforma, teniendo la seguridad de que serán
programadas y así el resto podrá saber que estas obras existen. No contemplamos
el rechazo. Hay un lutier en Belo
Horizonte que trabaja en una fundación, cuya revelación fue encontrarse con esta expresión audiovisual, diciendo
incluso que MUMIA le había salvado la vida, pues hace mucho tiempo ningún
trabajo suyo había sido seleccionado. Lleva cinco años realizando cortos para
estar en MUMIA.
Quizás el término Underground o en brasileño Udigrudi,
puede crear recelo y temor, en primera
instancia, a los animadores consagrados.
Pero creo que eso raramente ocurre en MUMIA. Hay muchos realizadores que
presentan un cine errático y confuso, pero la confusión nunca está sola pues el
mundo está repleto de contradicciones. Lo que buscamos es exponer esas
alternancias para que el público busque sus propias miradas, sus propias
interpretaciones de lo que está viendo y experimentando.
3-Insisto en este estatuto de integración de
tu Festival, Mumia. Son varias versiones y quizás se ha instalado el festival,
como un punto de encuentro, de personas de diversos orígenes, artistas y no
artistas, dueñas de casa, taxistas, políticos, todas y todos......lo cual
considero que sería un éxito absoluto. Quizás así, se podría motivar a personas
más relegadas o impensadas, a observar e incluso producir arte.....
Casi todos los objetivos artísticos son propuestas
románticas. La intención de construir este mundo un poco mejor a través del
arte, incomoda. Una tarea noble que es común a toda obra de arte. La decisión
de proyectar animaciones en puntos simbólicos de la ciudad, tiene el objetivo
de reconstruir y recrear la percepción de la realidad a través de un
dispositivo mágico como la animación. Qué maravilloso es poder ventilar los
secretos de este arte, para todos. Esa magia puede ser enseñada y estudiada. Expandir
y promover estos mecanismos y técnicas, es, también, nuestra contribución. Una
forma de devolver a la sociedad algo de encanto, año tras año. Sensibilizar es
complejo y claramente predispone un camino lleno de obstáculos, lo cual hace
que la lucha sea más interesante.
4-Cuéntame, abiertamente, de las dificultades
y logros, éxitos y fracasos, cansancio e ilusión del festival Mumia, tú como
creador de este evento, durante la última década. Han aparecido animadores nuevos gracias a
Mumia? El concepto mediático de éxito, en un evento como el tuyo, lo podrías
definir?
El festival MUMIA comenzó muy pequeño. Está a
punto de cumplir 13 años. Yo trabajaba en el Museo de Imagen y Sonido (antiguo
CRAV – Centro de Referencia Audiovisual) y la idea nació allí. La primera exhibición
se hizo como programación paralela a la tercera muestra de Curta Minas dedicada al cine hecho en el estado de Minas Gerais.
Coincidentemente esa muestra no siguió adelante pero la semilla de MUMIA ya se había
plantado. Las sesiones se llevaron a cabo en el Museo Abílio Barreto, un museo encargado en preservar la memoria audiovisual
de la ciudad de Belo Horizonte, constituida básicamente por cortos brasileños. En nuestra cuarta edición ya contábamos con
casa nueva: el Cine Humberto Mauro, un reducto de cinéfilos. Una sala
tradicional con casi cuarenta años de existencia. En esa sala la muestra se expandió
y convocó mayor cantidad de público. Esa cuarta edición, también, congregó los
primeros cortos internacionales. Esos primeros trabajos tenían la
particularidad de no contener diálogos porque nosotros no contábamos con los
medios para subtitular. En la décima edición creamos por primera vez una sección
competitiva diferenciada para los cortos realizados en el Estado de Minas
Gerais debido a la gran cantidad de obras recibidas y como una forma de destacarlos
e individualizarlos de la competencia nacional. Hoy la competencia
internacional es cuatro veces más grande que la brasileña. Lo que no cambió, ha
sido el aporte de la ciudad para la realización de la muestra. Nuestra
intención es tener también una sede donde podremos acoger nuestro Festival.
Tener una biblioteca especializada en animación, aulas para realizar talleres y
una videoteca de cortometrajes de animación. Además, paredes en donde podremos
colgar los afiches de todas las ediciones y que este espacio esté disponible
para estudiantes, profesores, investigadores y para aquellos que sientan
inquietud por este arte. He sabido de realizadores que producen cortos para exhibirlos
en MUMIA. Hablar de esos nombres puede parecer una tarea bastante egocéntrica.
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